Estrategias para proteger la certificación IVA e IEPS
Contar con una certificación de IVA e IEPS representa un beneficio significativo para las empresas manufactureras, pero también conlleva una importante responsabilidad fiscal y administrativa. Por lo tanto, es crucial seguir diversas recomendaciones y supervisar varios aspectos para salvaguardar dicha certificación.
Durante el evento anual de I-Xport, Enlace 2023, César Benítez, socio director de TP Customs Compliance, abordó este tema y recordó que la Certificación de IVA e IEPS permite a las empresas con Programa de la Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación (IMMEX) obtener un crédito fiscal equivalente al 100% del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) que se deben pagar por realizar importaciones temporales.
Explicó que este crédito no implica la condonación o exención del impuesto, sino que se consume a medida que las mercancías importadas temporalmente se devuelven al extranjero después de haber sido transformadas.
Para llevar un control de los créditos fiscales, el Sistema de Administración Tributaria (SAT) ha implementado el Sistema de Control de Cuentas de Créditos y Garantías (SCCCYG), que incluye:
El valor del inventario inicial de las operaciones.
El valor de las operaciones en las que se utiliza el crédito fiscal para el pago del IVA.
El valor de las mercancías según los informes de descargo.
La mecánica de los cargos y descargos.
Benítez mencionó que, en su experiencia, no todas las empresas tienen como actividad constante el monitoreo del consumo o reducción de los créditos a medida que se realizan las exportaciones. Destacó que es importante presentar informes de descargo correctos y completos a través del SCCCYG para realizar las liquidaciones correspondientes de los créditos fiscales.
Puntos a tener en cuenta
Benítez señaló varios aspectos que se deben vigilar:
Verificar que el monto del valor y los importes de crédito registrados en el sistema coincidan con los datos declarados en los pedimentos aduaneros.
Monitorear el movimiento de las fracciones arancelarias del inventario inicial para asegurarse de que se hayan consumido los insumos o activos fijos que se registraron y que estaban pendientes de asignarse a un destino aduanero antes de la vigencia de la Certificación de IVA e IEPS.
Revisar la existencia de informes de descargo con estatus "no válido", ya sea debido a omisiones o inconsistencias. No dar seguimiento a esto puede generar problemas futuros cuando las autoridades detecten la falta de ajustes necesarios. Según el especialista, una buena práctica es tomar una captura de pantalla del sistema a los 2 o 3 días de presentar el informe y guardarla como respaldo de su validez.
Conciliaciones necesarias
Para complementar estos puntos, el especialista sugirió realizar diferentes conciliaciones para asegurar que todo esté en orden y evitar requerimientos o sanciones por parte de la autoridad fiscal.
La primera conciliación consiste en cotejar lo que se envía al agente aduanal con el Anexo 24, ya que ahí se registra la forma de pago 21 correspondiente al crédito de IVA e IEPS para el consumo del crédito fiscal.
La segunda conciliación recomendada es verificar que la información registrada en el Anexo 24 esté correctamente reflejada en Data Stage, asegurando que la información de las facturas de importación se haya registrado adecuadamente.
El tercer punto implica una conciliación entre el Anexo 24 y el estado de cuenta. Benítez aclaró que no son espejos, ya que el Anexo 24 controla las cantidades y el estado de cuenta controla el crédito del IVA. Sin embargo, la fuente de información principal es el Anexo 24, y se generan archivos .txt a partir de este para transmitirlos al sistema de control de cuentas de créditos y garantías.
Por último, es necesario validar el SCCCYG y Data Stage para garantizar que los cargos realizados en el estado de cuenta correspondan a los pedimentos con los valores correctos.
Otras recomendaciones
Benítez ofreció otras recomendaciones, como revisar el estado de cuenta global de forma constante para estar al tanto de los cambios entre los créditos y los abonos, así como realizar revisiones por fracción arancelaria, ya que es allí donde se pueden detectar sobredescargas o plazos vencidos.
Auditar los billetes de materiales y conciliar constantemente la información de la empresa con la información proporcionada por la autoridad, considerándolo como un punto de partida para un modelo de riesgo sólido.
Realizar auditorías periódicas del resultado de los descargos y revisar la información de los catálogos de materias primas, productos terminados y maquinaria para asegurar descargas más precisas.
Errores comunes
César Benítez mencionó algunos errores frecuentes, como:
Billetes de materiales y números de parte desactualizados.
Errores en la captura de los tipos de materiales (materia prima y activo fijo).
Transmisión de inventario inicial con información incompleta o incorrecta.
Fracciones arancelarias sin movimiento o con saldos muy elevados.
Mercancías con diferentes fracciones arancelarias dentro del sistema.
Mercancías fuera de plazo.
No mantener los descargos actualizados dentro del Anexo 24.
Consecuencias
Las empresas podrían enfrentar las siguientes consecuencias si no corrigen errores o inconsistencias en la información:
Inicio de un procedimiento de cancelación del Registro en el Esquema de Certificación.
En caso de cancelación, se otorgará un plazo de 60 días para devolver las mercancías importadas amparadas por la certificación. Si no se realiza la devolución, la autoridad ejecutará el cobro del IVA que se refleje en el saldo del estado de cuenta.
El programa IMMEX seguirá vigente, pero la empresa estará impedida de solicitar la certificación de IVA durante un período de 2 años.
La empresa aún podrá realizar importaciones temporales, pero deberá pagar el IVA hasta que obtenga una fianza o vuelva a obtener la certificación de IVA.